Ya van para 20 años que conocí al Profesor Gian Mario Esposito quien introdujo en España la kinesiología aplicada a la Odontología con herramientas de diagnóstico y tratamiento que ampliaban la capacidad terapéutica del dentista. Desde entonces no ha parado de tener seguidores no solo entre los dentistas.
Esta técnica en odontología facilita a los dentistas abordar patologías que hasta el momento no tenían relación aparente con la boca, abriendo un amplio campo de trabajo, en el que juegan también un papel otras terapias complementarias y la medicina cuyo fin es establecer el equilibrio y la armonía en el paciente, tratando el origen de la disfunción y no la sintomatología, lo que se conoce como medicina Integral.
La Kinesiología se puede situarse en la base de cualquier otra terapia y así progresivamente la están empezando ya a aplicar otros muchos profesionales, especialmente fisioterapeutas y osteópatas. Son muchas las enfermedades que admiten un abordaje kinesiológico y, dada la facilidad de aplicación y la inocuidad de las técnicas, iniciarse en kinesiología es sencillo y agradecido para cualquier dentista actual.
De un 30-40 por ciento de los dolores de espalda pueden estar causados o agravados por una maloclusión dental. El cuerpo humano se mantiene de pie gracias al equilibrio existente entre todas las estructuras que lo componen. Una alteración, al nivel que sea, influirá en el resto del organismo.
La articulación temporomandibular es la que relaciona la mandíbula con el cráneo permitiendo la apertura y cierre de la boca, además de todos los movimientos que se realizan al hablar, comer, gesticular, etc.
Se articula mediante el contacto entre los dientes y no soporta ser sobrecargada para que funcione correctamente. Es necesario que los dientes soporten una carga equilibrada. La oclusión debe estar en perfecto equilibrio para evitar que sea la articulación temporomandibular la que se sobrecargue. Cuando el equilibrio se rompe por extracciones o por una mala posición dental, se crea un síndrome de maloclusión que hace que la posición de la mandíbula se altere provocando alteraciones a nivel cervical y por consiguiente dolores de espalda o de otras partes del cuerpo.
Como diagnosticar una mala oclusión relacionada con la postura y otras muchas patologías será clave en tu clínica diaria.
Fernando Morcillo.